Distinguished Delegates,
My name is Rafael Eudes, representing Aliança Resíduo Zero Brasil and GAIA, a network of over 1,000 organisations advancing real-world solutions to end plastic pollution.
We reaffirm our unwavering commitment to a legally binding treaty that protects health, upholds human rights, ensures a just transition for vulnerable communities, workers in the plastics chain and explicitly recognizes the indispensable role of waste pickers. This treaty must cover the entire plastics lifecycle, from extraction to disposal, as clearly mandated by UNEA Resolution 5/14.
Let’s be clear: plastic was never essential to development. It accounts for just 0.6% of global GDP, concentrated in ten countries. Yet it causes up to $4.4 trillion in harm annually, including $1.5 trillion in health-related costs. The numbers expose a misconstrued system that rewards destruction over wellbeing. It is indefensible.
A treaty without a moral compass is just ink on paper. Justice must be the direction, and dignity the destination. We therefore support the 100+ countries demanding bold, science-based limits on plastic production. Without this, we cannot keep global heating below 1.5°C or build resilient economies.
Multilateralism is at risk, not because of disagreement, but because unanimity has been weaponized to block progress. Voting is not division; it is democracy. It allows countries to act on their national capacities, so often invoked in this room, without paralyzing collective ambition. If sovereignty is non-negotiable, then so too is the right of others to move forward.
We, civil society, though repeatedly denied meaningful participation, remain united in purpose. We are not asking for charity, we are demanding courage. The path to agreement must remain open, even if unanimity is not. A treaty that fails to deliver impact is far more dangerous than one that fails to please everyone.
We urge all Parties: listen, not just to each other, but to your people. Across the world, citizens have reached a remarkable convergence in demanding an ambitious treaty. That clarity is yet to be matched in this process.
There is still time to rise to the moment and write a legacy that future generations will celebrate, not regret. History will judge the choices made in this room. The time to act is now.
Declaración plenaria inaugural de GAIA
Distinguidos delegados:
Mi nombre es Rafael Eudes, en representación de Aliança Resíduo Zero Brasil y GAIA, una red de más de 1000 organizaciones que promueven soluciones reales para poner fin a la contaminación por plásticos.
Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con un tratado jurídicamente vinculante que proteja la salud, defienda los derechos humanos, garantice una transición justa para las comunidades vulnerables y los trabajadores de la cadena del plástico, y reconozca explícitamente el papel indispensable de los recicladores. Este tratado debe abarcar todo el ciclo de vida del plástico, desde la extracción hasta la eliminación, tal como establece claramente la Resolución 5/14 de la UNEA.
Seamos claros: el plástico nunca ha sido esencial para el desarrollo. Solo representa el 0,6 % del PIB mundial, concentrado en diez países. Sin embargo, causa hasta 4,4 billones de dólares de daños al año, incluidos 1,5 billones en costes relacionados con la salud. Las cifras ponen de manifiesto un sistema erróneo que premia la destrucción por encima del bienestar. Es indefendible.
Un tratado sin brújula moral no es más que tinta sobre papel. La justicia debe ser la dirección y la dignidad el destino. Por lo tanto, apoyamos a los más de 100 países que exigen límites ambiciosos y basados en la ciencia a la producción de plásticos. Sin ello, no podremos mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5°C ni construir economías resilientes.
El multilateralismo está en peligro, no por desacuerdo, sino porque la unanimidad se ha convertido en un arma para bloquear el progreso. Votar no es dividir, es democracia. Permite a los países actuar en función de sus capacidades nacionales, tan a menudo invocadas en esta sala, sin paralizar la ambición colectiva. Si la soberanía no es negociable, tampoco lo es el derecho de los demás a avanzar.
Nosotros, la sociedad civil, aunque se nos ha negado repetidamente una participación significativa, seguimos unidos en nuestro propósito. No pedimos caridad, exigimos valentía. El camino hacia el acuerdo debe permanecer abierto, aunque no lo esté la unanimidad. Un tratado que no tenga impacto es mucho más peligroso que uno que no satisfaga a todos.
Instamos a todas las Partes a que escuchen, no solo entre ustedes, sino también a sus ciudadanos. En todo el mundo, los ciudadanos han alcanzado una notable convergencia en la exigencia de un tratado ambicioso. Esa claridad aún no se ha reflejado en este proceso.
Aún estamos a tiempo de estar a la altura de las circunstancias y escribir un legado que las generaciones futuras celebrarán, en lugar de lamentar. La historia juzgará las decisiones que se tomen en esta sala. Es hora de actuar.
Les doy las gracias.
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GAIA is a worldwide alliance of more than 1,000 grassroots groups, non-governmental organizations, and individuals in over 90 countries. With our work we aim to catalyze a global shift towards environmental justice by strengthening grassroots social movements that advance solutions to waste and pollution. We envision a just, zero waste world built on respect for ecological limits and community rights, where people are free from the burden of toxic pollution, and resources are sustainably conserved, not burned or dumped.