Del 3 al 5 de junio, el Grupo de Estados de América Latina y el Caribe (GRULAC) se reunió en ciudad de Panamá en el marco de la Consulta Regional del GRULAC, un encuentro clave para alinear posiciones rumbo a la próxima ronda de negociaciones del Tratado Global de Plásticos, que se desarrollará en agosto en Ginebra. En la reunión, distintas organizaciones de la sociedad civil como MarViva, FAS Panamá, Taller Ecologista, GAIA, Greenpeace, RedLacre, RADA, entre otras, participaron como observadores, aportando evidencia científica, su experiencia territorial enfrentando los problemas de producción, uso y gestión de plásticos, y enfoques orientados en la justicia ambiental.
Las negociaciones del Tratado de plásticos se encuentran en un momento crucial y las y los negociadores deben tomar decisiones importantes para que el texto final refleje la ambición y voluntad que la mayoría de las Partes ha manifestado tener para que el Tratado sea el instrumento eficaz jurídicamente vinculante para combatir la contaminación por plásticos, que cumpla con el mandato de la UNEA 5.2.
En sus intervenciones, las organizaciones hicieron un fuerte llamado a que el bloque regional siga manteniendo un papel decisivo en la búsqueda de objetivos de alta ambición como la reducción de la producción, que se abarque el ciclo completo de vida del plástico, que sea jurídicamente vinculante y que evite riesgos irremediables para la salud de las personas y la naturaleza como sería incorporar falsas soluciones como la incineración de residuos.
En ese contexto, las organizaciones hicieron una solicitud formal para que los países que integran el GRULAC apoyen el retiro de la incineración de residuos del Artículo 8 del texto que se continuará negociando en el INC 5.2, como método de gestión de los residuos plásticos dentro del Tratado de plásticos.
Alejandra Parra de la Red de Acción por los Derechos Ambientales RADA, y asesora en plásticos y basura cero para GAIA, señaló al respecto que “la incineración de basura es una actividad que agrava la triple crisis planetaria que hoy sufrimos: de contaminación, de biodiversidad y climática. Sin importar lo moderno de las instalaciones, siempre emiten sustancias tóxicas al aire y al suelo a través de las cenizas, y gases de efecto invernadero que agravan la crisis climática. La incineración se oculta tras diferentes nombres como “recuperación energética, co-incineración y co-procesamiento”. En la reunión de GRULAC hicimos hincapié en el rechazo profundo a estas tecnologías desde nuestros territorios, la lucha permanente contra ellas que hemos desarrollado, y la necesidad de retirar del texto la referencia a la recuperación energética como forma aceptable de manejar la basura plástica para avanzar en soluciones reales orientadas hacia basura cero.
Según Laura Caicedo de Greenpeace Andino, “El camino hacia un tratado global de plásticos es también una oportunidad para que América Latina y el Caribe se posicione como una región capaz de liderar y crear puentes con propuestas transformadoras, ancladas en la justicia ambiental y el respeto a los derechos humanos. Desde Greenpeace exigimos que, ante las presiones externas y los intentos de debilitar la ambición del tratado, GRULAC asuma el papel histórico que le corresponde: demostrar que una acción conjunta, coherente y con visión de justicia puede marcar la diferencia en el escenario multilateral. La fuerza de los territorios, el respaldo de la ciencia y la voz de las comunidades deben seguir impulsando a los gobiernos a defender un tratado que no sólo regule, sino que transforme de manera estructural nuestra relación con los plásticos desde su origen.”
La próxima sesión de negociaciones (INC-5.2) se realizará del 5 al 14 de agosto en Ginebra y aún está sobre la mesa discutir los temas más importantes del Tratado y las vías que podría tomar el tratado, tal como se describe en la última publicación de GAIA, Vías para lograr un tratado eficaz sobre plásticos.