Respuesta ante publicación en revista Nature sobre la contaminación por macroplásticos

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GAIA reacciona ante el enfoque “limitado”  y la narrativa “injusta” del Sur global sobre la contaminación por plásticos

PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA 10 DE SEPTIEMBRE DE 2024

El último estudio publicado en la revista Nature, A Local-To-Global Emissions Inventory of Macroplastics (Inventario de emisiones de macroplásticos a escala local y global) , ignora las injusticias que se producen en el Sur global por la importación de residuos y las “soluciones tecnológicas” contaminantes como la incineración, el reciclaje químico, la pirólisis y muchas más. Al centrarse únicamente en la gestión inadecuada de los residuos como fuente de emisiones de macroplásticos, se descartan otras fuentes como textiles, la construcción, la electricidad y la electrónica, y las fuentes marinas. Se trata de un intento de redefinir la “contaminación por plásticos” a un subconjunto limitado de emisiones que no tiene en cuenta el ciclo de vida completo de los plásticos -desde su extracción y producción hasta su transporte y uso por los consumidores-, excluyendo así fuentes críticas de contaminación como las emisiones generadas en procesos previos, los microplásticos y las tecnologías antes mencionadas. 

Una definición tan limitada contradice la Resolución 5/14 de la UNEA, que el estudio dice apoyar. Este estudio, que se ofrece como una herramienta para avanzar en las negociaciones del Tratado de plásticos, respalda claramente la narrativa de los principales estados petroleros: la contaminación por plásticos es culpa de los consumidores, no de la sobreproducción no regulada de empresas y países.

La afirmación del estudio de que los países desarrollados sólo son responsables del 0,3% de la contaminación por plásticos es engañosa y contradice investigaciones anteriores, que indican una contribución más sustancial (por ejemplo, Kara Lavender Law et al., 2020). Los países ricos como EE.UU. utilizan mucho más plástico y, a pesar de contar con una recogida de residuos más completa, siguen teniendo dificultades para recoger todos los residuos plásticos. 

Además, el estudio tergiversa la contaminación por plásticos al centrarse únicamente en los macroplásticos y no tiene en cuenta las importantes repercusiones de las fases anteriores e intermedias, como la gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que se generan durante la producción, los contaminantes peligrosos que afectan a las comunidades y los riesgos para la salud derivados de las partículas de plástico en los alimentos. La exclusión de datos críticos sobre el comercio de residuos plásticos, en particular los casos no denunciados o denunciados insuficientemente, distorsiona aún más las verdaderas dimensiones de la contaminación por plásticos. De hecho, existe una correlación directa entre los países más contaminantes como los que también reciben grandes importaciones de residuos.

Esta injusta narrativa sobre el Sur global ignora el hecho de que la mayor parte de los residuos plásticos son producidos por grandes empresas multinacionales con sede en el Norte global. Este avance de las grandes empresas de consumo para desplazar a las economías preexistentes y más sostenibles del Sur global es una de las principales causas de la crisis de la contaminación por plásticos.

Existen numerosas pruebas de que los niveles actuales de producción de plástico ya superan la capacidad de los sistemas de gestión de residuos existentes. Mientras nos preparamos para el 5º Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5) del tratado mundial sobre los plásticos, debemos abogar por un enfoque integral del ciclo de vida completo de la contaminación por plásticos, tal y como establece la resolución 5/14 de la UNEA. Es imperativo aplicar reducciones significativas en la producción de plástico para abordar eficazmente el problema principal. Se debe insistir en que las soluciones van más allá de la gestión de residuos y dar prioridad a la jerarquía de basura cero. 
¿Hasta cuándo se esconderá el mundo desarrollado y las grandes empresas contaminantes detrás de esta narrativa colonialista e injusta? 

Reacciones de los miembros de GAIA en el Sur global

Alejandra Parra, Asesora en plásticos y Basura cero, GAIA América Latina y el Caribe

“Este artículo pretende aportar a la discusión del tratado global de plásticos pero en realidad su enfoque significa un retroceso en las discusiones. Desde el inicio de la propuesta de resolución para comenzar a redactar este tratado, hemos luchado por el enfoque de ciclo de vida completo para sacar el foco del manejo de residuos, ya que no importa cuánto mejoremos la recolección, disposición final y reciclaje del plástico si su producción sigue aumentando. Además, este artículo vuelve a poner la culpa sobre países receptores de productos plásticos y no productores, donde las inescrupulosas empresas venden más productos plásticos de bajo estándar dirigidos a segmentos de pocos recursos económicos, inundando más de plásticos a estos países sin importarles que no cuenten con el dinero para hacer un manejo de la basura que dejan esos productos. Para resolver la crisis de los plásticos necesitamos de una vez por todas superar el enfoque en el manejo de residuos y comenzar a reducir drásticamente la producción de este tóxico material como primera medida que es habilitante para que todo lo que se haga a continuación sea realmente eficaz.”.

Larisa de Orbe, Colectiva Malditos Plásticos, México

“Sostener que los países del Sur global son responsables de la contaminación por plásticos es ignorar el conjunto de emisiones tóxicas que se vierten al aire, el suelo y el agua durante la producción, eliminación, quema, incineración, coprocesamiento y destrucción de los plásticos. Además, desvía la atención del grave problema que supone el envío de residuos plásticos a los países del Sur. Es urgente contrarrestar la narrativa de que el norte global no genera emisiones. Estas son el resultado de mecanismos como el cap & trade, donde las emisiones son maquilladas y trasladadas en forma de toneladas de colorida basura plástica tóxica hacia los países del sur bajo la etiqueta de reciclaje. 

Alertamos a las partes negociadoras del Tratado de plásticos a rechazar estos discursos que trasladan la responsabilidad a nuestros países para desviar la atención de los verdaderos culpables. Esto no hace más que exacerbar la injusticia ambiental, perpetuar y justificar el colonialismo tóxico, y promover falsas soluciones como la incineración, el reciclaje químico, la quema en hornos cementeros, los créditos de plástico, entre otros.”

Equipo de coordinación Alianza Basura Cero Ecuador

“Es inaceptable culpar a los países del Sur global y en vías de desarrollo por la crisis de plásticos, argumentando que carecen de sistemas eficientes de gestión de residuos. Esta narrativa simplifica un problema mucho más complejo y desvía la atención de las causas reales. Gran parte del plástico que termina en nuestros países es fabricado y consumido en economías más desarrolladas, que a menudo optan por quemar su basura, generando más contaminación, o, peor aún, exportan estos desechos a países más pobres. Culpar a quienes han sido históricamente receptores de estos residuos en lugar de exigir responsabilidad a los productores y consumidores es una injusticia que no podemos consentir.

Desde la Alianza Basura Cero Ecuador llamamos a la reflexión de que la solución no radica en señalar a las víctimas del sistema, sino en abordar la raíz del problema: la sobreproducción de plásticos, el consumo irresponsable ,la falta de políticas globales que exijan a las empresas asumir la responsabilidad por el ciclo completo de vida de sus productos, el colonialismo de la basura y las falsas soluciones.”

Nalini Shekar, Hasiru Dala, India

“Hay algunas prácticas que deben cambiar. Las grandes empresas han estado utilizando monopolímeros en sus envases, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo con menor población. Estos polímeros pueden tratarse fácilmente; sin embargo, las mismas marcas y los mismos productos en la India utilizan plástico multicapa, que es una opción más barata pero genera residuos de envases que no pueden recogerse ni tratarse fácilmente. En todas nuestras Instalaciones de Recuperación de Materiales, el 40% de los residuos inorgánicos son plásticos multicapa. ¿Quién es responsable de esta basura que no puede gestionarse fácilmente? El estudio debería ser más amplio para analizar las diferentes prácticas y evaluar la contaminación en lugar de etiquetar a un país como contaminador. Es una forma muy estrecha de ver el problema.

Mageswari Sangaralingam, Asociación de Consumidores de Penang, Malasia

“El capitalismo, la producción insostenible de plástico y el consumismo son los principales motores de la creciente generación de residuos, perpetuada en gran medida por los países desarrollados. En el Sur global, no sólo gestionamos nuestros propios residuos, sino que también nos vemos inundados de residuos procedentes de naciones como Japón, Estados Unidos y los países europeos. Estos países deberían ser responsables de sus propios residuos, pero siguen descargándolos en los países en vías de desarrollo y con recursos limitados del Sur global con el pretexto del reciclaje o las donaciones. Los hogares de los países desarrollados, que separan aplicadamente sus residuos, a menudo no se dan cuenta de que sus “reciclables” se envían al otro lado del mundo para ser reciclados o vertidos, lo que afecta gravemente a las comunidades locales e Indígenas, provocando la degradación del medio ambiente y graves riesgos para la salud.”

Daru Setyorini, ECOTON, Indonesia

“El discurso en torno a la contaminación por plásticos debe liberarse de los estrechos límites de la gestión de residuos y afrontar la realidad de sus orígenes e impactos globales. La contaminación por plásticos no es un mero problema de eliminación de residuos; es una crisis enraizada en los insaciables patrones de consumo de las naciones ricas. La atención debe centrarse en un balance de masas exhaustivo de los residuos plásticos en los países ricos, examinando la gran generación de residuos per cápita, la excesiva dependencia de los artículos desechables, los inadecuados esfuerzos de reciclaje y la inquietante práctica de exportar residuos plásticos con el pretexto del reciclaje.

Los países desarrollados, a pesar de sus avanzados sistemas de gestión de residuos, soportan una huella de residuos plásticos per cápita desproporcionadamente alta y perpetúan un ciclo de explotación medioambiental vertiendo residuos plásticos sobre el Sur global. Mientras tanto, el Sur global, a pesar de tener menos residuos plásticos per cápita y de aplicar alternativas innovadoras respetuosas con el medio ambiente, es injustamente estigmatizado como el principal contaminador. Esta narrativa sesgada ignora el hecho de que los verdaderos culpables son las compañías petroleras, las industrias petroquímicas y las corporaciones multinacionales del Norte, que siguen inundando el planeta con nuevos plásticos y productos desechables.

La crisis mundial del plástico no puede resolverse con soluciones parciales como las tecnologías de conversión de residuos en energía, la incineración o el llamado reciclaje químico. La única manera de avanzar es que el Norte global asuma su excesiva producción de plástico, reduzca su producción y gestione sus propios residuos. La era del colonialismo de los residuos plásticos debe terminar. Ya es hora de que las naciones desarrolladas asuman su responsabilidad por los estragos medioambientales que causan, pongan fin a sus exportaciones explotadoras de residuos y reconozcan que el Sur global tiene sus propios retos que afrontar sin tener que cargar injustamente con los residuos del mundo más rico.”

Mohamed Kamal, Fundación Greenish, Egipto 

“África es un importador neto de plásticos y sus 54 países sólo son responsables de menos del 5% de la producción mundial de plásticos. La mayoría de los países africanos tienen niveles muy bajos de producción de plásticos y muy pocos producen polímeros plásticos. Por tanto, la contaminación en esos países es el resultado de un producto y un material importados, que los países africanos no han tenido la oportunidad de desarrollar sus sistemas de gestión de residuos para manejar y gestionar. La investigación muestra la magnitud del problema, pero se pierde el contexto de por qué el problema está ahí

Weyinmi Okotie, Director del Programa Aire Limpio de GAIA África, Nigeria

“Las conclusiones del estudio sobre la contaminación por plásticos en el Sur global son engañosas y carecen de contexto. En Nigeria, puedo dar fe de que el problema de la contaminación por plásticos en nuestro país se ve agravado por la práctica de naciones ricas como Estados Unidos de enviar sus residuos a nuestras costas como artículos de segunda mano (thrift). Esta externalización de los residuos plásticos no se reconoce en el estudio, pero desempeña un papel crucial en la contaminación que sufren muchas naciones del Sur global. Esto no sólo agrava nuestros problemas medioambientales, sino que también pone de relieve la necesidad de un tratado mundial sólido sobre el plástico que ponga fin al colonialismo de los residuos y a su vertido en el continente africano. También es crucial reconocer que África no es un productor neto de plástico primario. Por ejemplo, sólo el número de refinerías de petróleo en el Norte global subraya el hecho de que el Sur global no es la principal fuente de producción de plástico. Abordar esta cuestión exige cambiar a una perspectiva más amplia que tenga en cuenta las desigualdades y desequilibrios globales en la producción de residuos en las distintas partes del mundo”. 

Contactos de prensa:

Camila Aguilera, GAIA América Latina y Caribe

camila@no-burn.org | +56 9 8913 6198

Agnes Mampusti, GAIA Global 

agnes@no-burn.org | +63 917 117 4224

Para más información sobre las próximas negociaciones del Tratado sobre los plásticos (INC-4), consulte nuestro dossier de prensa y nuestra página web sobre el INC: www.no-burn.org/unea-plastics-treaty.

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GAIA es una alianza mundial de más de 1.000 grupos de base, organizaciones no gubernamentales y particulares de más de 90 países. Con nuestro trabajo pretendemos catalizar un cambio global hacia la justicia medioambiental fortaleciendo los movimientos sociales de base que promueven soluciones a los residuos y la contaminación. Imaginamos un mundo justo, de basura cero, basado en el respeto de los límites ecológicos y los derechos de las comunidades, en el que las personas estén libres de la carga de la contaminación tóxica y los recursos se conserven de forma sostenible, no se quemen ni se viertan. 

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